jueves, 11 de marzo de 2010
Vietnam es un cuento de niños
En realidad, no sé por qué me importa tanto. Él podría ser mejor que yo a la hora de hablar, de cocinar, de trabajar, o en casa, o para ahorrar; podría ganar más que yo, o gastar más y mejor que yo, o entender mejor los libros y las peliculas; podría ser más simpático que yo, más guapo y presentable, más inteligente, más generoso de espíritu, mejor ser humano en cualquier sentido que se quiera cosiderar... y a mí me daría lo mismo, de veras lo digo. Tengo asumido que uno no puede ser bueno en todo, lo comprendo; sé que tengo una trágica carencia de habilidad y de conocimientos en cuestiones muy importantes.
-Hornby-
Aunque todo sea un caos como siempre, los Stripes siempre tienen una canción para escuchar en buclé. Por el momento es mejor no hablar de Úrsula, soy masoquista pero no tanto.
No entiendo porque tuve que volver de Finlandia, allí era todo más fácil.
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Creéme, si no hubieras vuelto de Finlandia, lo hubiera sentido mucho.
ResponderEliminarDisfruta del resonar de tus aplausos de nuevo, Peter.
Porque si te hubieses quedado allí, no lo echarías de menos, y al no echarlo de menos, empezaría a tener menos importancia.
ResponderEliminarEspero que al menos, aunque haya cambiado, haya sido a mejor!
ResponderEliminarUn dia de estos, entre el bitch y los hostiazos, me tiras por las escaleras, es que lo veo!
Me gustan las historias del blog, gracias al autor de este artículo compartir, la emisión de una gran parte de mi pensamiento.
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